Estudios han demostrado que la forma que tienes tu ombligo podria revelar muchas cosas sobre nuestra salud.
El ombligo es una cicatriz que acompaña a todo el mundo recordándole el momento del nacimiento, pero dicha cicatriz no es igual en todo el mundo, si tu ombligo es profundo y redondo, puede indicar que eres propenso al sobrepeso, ya que el ombligo tiende a hundirse cuando hay mucha grasa abdominal.
Es importante que reconozcas que tipo de ombligo tienes:
Ombligo abultado

Un ombligo curvo o protuberante parece un botón. Las personas con este tipo de cicatrices son más propensas a desarrollar una hernia, por lo que deben procurar no cargar objetos muy pesados.
Ombligo alargado

Es uno de los ombligos más agradables estéticamente ya que muestra que los músculos abdominales se están fortaleciendo. Este tipo de ombligo se suele encontrar en deportistas.
Ombligo hundido

Si tu ombligo es profundo y redondo, puede indicar que eres propenso al sobrepeso, ya que el ombligo tiende a hundirse cuando hay mucha grasa abdominal. Si eres delgada y tu ombligo tiene esta forma, podría ser una señal de indigestión.
Ombligo en forma de T

Este ombligo recibe su nombre porque su forma se asemeja a la letra T. Las personas que lo tienen son propensas a sufrir dolores de estómago que van de leves a severos.
Ombligo con forma de almendras

Son ombligos medios, es decir, no se hinchan, pero tampoco son profundos (incluso suelen ser planos). Las personas con este tipo de ombligo son propensas a dolores musculares y desgarros, por lo que deben extremar las precauciones a la hora de realizar actividades físicas.
La forma del ombligo depende de la personalidad del individuo y de cómo su cuerpo pasa por el proceso de curación. Sin embargo, esto puede cambiar según los hábitos de cada persona. Si tienes alguna duda sobre tu salud, consulta a tu médico.